Cómo pintar una cómoda de blanco paso a paso

Cómo pintar una cómoda de blanco paso a paso

El blanco es un color clave en decoración. Desde los interiores total white hasta el mundo de los contrastes en blanco y negro, este color es fundamental para crear ambientes luminosos, ligeros, alegres. Y lo es especialmente a la hora de decorar muebles con pintura. Cualquier pieza triste y anticuada cobra nueva vida si la pintas de este color. Hoy te mostramos cómo puedes pintar una cómoda de blanco para renovarla por completo.

Puede ser una cómoda, aunque cualquier otra pieza podría servir para demostrar todo lo que es capaz de conseguir el color blanco. Y es que no hay mejor forma de actualizar un ambiente pasado de moda que renovar su mobiliario oscuro y pesado con una manita de pintura. Y si no, fíjate en la transformación inaudita que queremos enseñarte hoy: pintar una cómoda de blanco se convierte en la clave para obrar un auténtico milagro.

Lo cierto es que el blanco es un color versátil, capaz de adaptarse a cualquier estilo decorativo. En materia de muebles es perfecto para piezas clásicas, pero también para las más modernas o minimalistas. Todo depende del acabado que quieras darle a cada elemento.

La aventura de pintar una cómoda de blanco

Una de las cosas que más me gustan de pintar muebles es ver de qué forma tan radical cambia su aspecto. Tanto es así, que al final del proceso la pieza en cuestión parece haber sido sustituida por otra. Parecida, pero otra.

Además, como el mercado se encuentra en continua evolución, hoy tenemos la suerte de contar con un sinfín de técnicas y materiales distintos para conseguir el resultado que buscamos. Por ejemplo, con la técnica del decapado podemos imprimir a un mueble un aspecto desgastado y un tanto rústico, perfecto para una decoración de estilo provenzal. Y si quieres un aire más formal y urbano, solo tienes que usar un esmalte que aporte un efecto laca. ¿Qué lo que quieres es una pieza de estilo nórdico? Pues plantéate utilizar la famosa y llena de ventajas pintura de efecto tiza o chalk paint.

Tan solo has de conocer un poco el producto antes de empezar para saber cómo utilizarlo bien. A continuación, te descubrimos la manera de pintar una cómoda de blanco paso a paso con esmalte. ¡Toma nota!

Cómoda restaurada

Como fruto de una herencia, en un mercadillo o desembalaje de muebles, en una tienda de cosas de segunda mano… Da igual la forma en que los muebles llegan hasta ti. Lo importante es lo que puedes conseguir con ellos.

Fíjate, por ejemplo, en esta cómoda de tres cuerpos antigua y sosa. Llevaba encima una capa de barniz y suciedad muy gruesa que la afeaba enormemente. Sin embargo, con un poco de pintura blanca, ¡se obró el milagro!

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Primer paso: decapar

Lo primero que tienes que hacer antes de ponerte a pintar una cómoda de blanco es elegir el acabado y el producto que quieres utilizar. En este caso se va a usar esmalte (puede ser acrílico o sintético) para conseguir un efecto como de laca.

Hay que comenzar por decapar el mueble para eliminar todo el barniz viejo que lleva y dejarla totalmente limpia. Compra un decapante para madera en una tienda especializada y aplícalo sobre toda la superficie del mueble. No olvides que has de trabajar en un lugar bien ventilado y protegido con plástico para no tener que limpiar demasiado cuando termines.

Aplica el producto siguiendo las instrucciones del fabricante y déjalo actuar (una media hora suele ser suficiente). Después ve retirándolo con ayuda de una espátula. Utiliza un estropajo para los recovecos y las zonas difíciles.

Por último limpia la cómoda con alcohol para eliminar cualquier resto de decapante. ¿Ya está lista para pintar!

Pon la brocha en movimiento

Llega el momento de pintar y ahora necesitas algunas recomendaciones para que el resultado sea genial. Comienza por aplicar una primera mano de pintura con una brocha plana de tamaño mediano. Hazlo en el sentido de la veta y después deja secar totalmente.

A continuación, lija de forma suave la superficie de la cómoda y después aplica una segunda capa de esmalte blanco. En lo que se refiere al tipo de pintura, en cuestión de esmaltes hay dos opciones: sintético o acrílico. Hace algún tiempo este tipo de trabajos se hacían siempre con esmaltes sintéticos que eran mucho más resistentes (a pesar de que tenían el inconveniente de que se necesitaban disolventes para limpiar las brochas y diluir la pintura).

Hoy tenemos esmaltes acrílicos que se limpian mucho más fácilmente con agua y que son muy resistentes. Y si lo prefieres puedes usar la formidable pintura chalk paint. En este caso podrás saltarte la primera parte del trabajo, ya que no es necesario decapar, puesto que esta pintura se adhiere a cualquier superficie.

El acabado final al pintar un mueble

Cuando hayas terminado de pintar una cómoda de blanco, te darás cuenta de lo fácil que son este tipo de trabajos. Una vez bien seca la pintura, hay que darle un acabado que la proteja. Puedes optar por el barniz o por la cera.

En el primer caso, lo mejor es pulverizar el mueble con un barniz mate en spray. Si te decides por la cera, aplica una especial para muebles, que sea incolora, con ayuda de una brocha. Deja secar durante 24 horas y saca brillo con un cepillo de zapatos envuelto en una media vieja. ¡Verás qué bonita!

Y si quieres una mayor transformación, cámbiale los tiradores. ¿Te animas?

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