Cuando la alta decoración se luce en un escenario arquitectónico mítico, su elegancia y lujo tienen otra mirada. Una lección de buen gusto sin fisuras. Es lo que ha sucedido con la nueva colección de la firma Zara Home, presentada en un marco incomparable: la mítica Villa Borsani. El desfile deja sin palabras.
La nueva colección es una oda a la sofisticación y al placer por la alta decoración. Con estas palabras la define la propia firma española, que apuesta decididamente por ella para vestir los interiores domésticos este invierno. Aunque el espacio donde lo hace es majestuoso, sus propuestas han nacido para lucirse en viviendas de hoy y en proyectos de interiorismo contemporáneos. Es un lujo adaptable a nuestros ambientes.
Alta decoración al más puro estilo milanés
Abrir las puertas de la mítica villa milanesa del arquitecto Osvaldo Borsani para dar a conocer esta colección ya es un lujo. Un diálogo maravilloso entre la alta decoración que define a sus objetos y los espacios arquitectónicos de esta majestuosa residencia. Un escenario casi de película, construido en Varedo en 1943 por el propio Borsani y donde las piezas de la nueva colección parecen haber estado siempre ahí.
En todas las propuestas de la firma para decorar nuestros espacios hay un denominador común: destilan glamour y sofisticación sin una visión trasnochada. Es una apuesta por el mármol, el cristal tallado, los brillantes y el terciopelo. Y también por las plantas y las flores como ornamentos decorativos de una belleza sin discusión. Se han inspirado en la paleta cromática, los materiales y cánones estéticos con los que la villa fue construida por su creador. Rinden homenaje al estilo milanés que dio forma el afamado arquitecto al decorar su residencia en los años 40. Y ahí reside su innegable atractivo. Demostrar la armonía en la que dialogan piezas de otras épocas con las tendencias de interiorismo y alta decoración actuales.tex
El diálogo con Villa Borsani
En ella todos sus objetos de alta decoración son un diálogo constante con los diseños que Osvaldo Borsani escogió para vestir sus estancias y ambientes. Muchos de ellos son piezas icono de emblemáticos creadores. Como por ejemplo el cabecero del dormitorio, de Giò Pomodoro. En el gran vestíbulo, la espectacular escalera sirve de telón de fondo para presentar los maceteros de interior en color oro de la colección. Un estructura de nogal, cristal de Murano y mármol, al parecer el mismo del Duomo de Milán. Sin duda su visión no deja indiferente y marca toda la personalidad de ese espacio interior, teñido de sutiles tonos rosáceos. En sintonía con el imponente suelo de mármol, decorado a base de llamativos dibujos.
Dar a conocer esta colección en la histórica villa de arquitectura racionalista ha permitido adentrarse en sus espacios interiores. Desde los más públicos hasta los más íntimos. En tan sugerente visita el salón cobra un gran protagonismo y deja claro que el mármol no ha perdido un ápice de actualidad. Junto a su chimenea de cerámica de Lucio Fontana algunos de los muebles de la colección se lucen y muestran que lo suyo es alta decoración. El efecto es un éxito, encajan con total perfección. En concreto sus mesitas auxiliares en cristal y metal, de forma octogonal. Las de hierro con hilos dorados y las de tapa de mármol. Piezas muy útiles para crear rincones en los salones y zonas de estar llenos de elegancia.
Interiores actuales de otra época
Villa Borsani resume la visión racionalista y esteticista de su creador, Osvaldo Borsani. Un arquitecto que amó desde pequeño y en el taller familiar su pasión por el diseño y la arquitectura. Todo en esta mansión es alta decoración. Por fuera es una construcción en estuco y ladrillo. Rodeada de un hermoso jardín de 3000 metros cuadrados.
Sus interiores están distribuidos en dos plantas y se abren continuamente al exterior. Son escenarios sublimes decorados con muebles a medida y piezas que el propio Borsani diseñó. Además de trabajos de amigos de artistas, piezas únicas para la historia del diseño. Es fácil reconocerlos por los diferentes ambientes de la villa. Como las puertas del mueble bar, la mesa de juego y el mosaico del baño principal. Sin dejar de detenerse a mirar el tocador de espejos diseñado por Osvaldo. El pionero del diseño industrial y del made in Italy.
Los textiles y la cristalería: un capítulo aparte
Villa Borsani ha hecho posible lucir la ropa de mesa, la vajilla y cristalería de esta colección sobre una piedra semipreciosa: su espectacular mesa de comedor en ónix. Pocas veces se presenta una ocasión como ésta. Demostrar que la alta decoración de estas piezas conviven a la perfección con una superficie tan inusual. El resultado es una puesta en escena lujosa, repleta de brillos y mates. Y a la vez un desfile cromático donde se dan la mano oros, ámbar, cobres y azules cobalto. Una propuesta muy visual donde vestir la mesa para ocasiones especiales en casa es una lección de buen gusto. Vasos de vidrio cristalín, copas de borosilicato, bajoplatos de acero en dorado mate. Y como fondo, mantelerías de jacquard floral en lino y algodón.
El terciopelo y el satén acaparan todo el protagonismo de los textiles de esta nueva colección, en la que es fácil enamorarse de sus fundas para cojines con bordados de salamandras y detalles de pedrería. Muchos ya estamos deseando incorporarla en nuestras estancias para disfrutar en ellas de una alta decoración.
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