La madera es un material estrella en las casas de hoy. Lo mires por donde lo mires, su belleza natural, su textura y se calidez, decoran por sí mismas cualquier rincón. Por eso, seguro que tienes en casa muebles de madera que te siguen apasionando por mucho que pase el tiempo. Hoy te enseñamos cómo has de cuidarlo para mantenerlo como el primer día.
Un mueble de madera es un tesoro. Sobre todo si hablamos de los que son de madera maciza. Tiene tantas cualidades que son muchos los que los eligen para decorar todos y cada uno de los ambientes de su casa. En un salón pueden convertirse en las piezas centrales, pero también acaparan protagonismo en el dormitorio o en el estudio.
Sea como sea, los muebles de madera quedarán bien allí donde los pongas. Y, además, su mantenimiento no tiene por qué ser complicado, si sabes cómo cuidarlos. Aquí van unas claves prácticas para tenerlos tan bonitos como el primer día.
Muebles de madera perfectos y… ¡superlimpios!
Hoy en día muchos de los muebles que tenemos en casa parecen de madera cuando en realidad se trata de muebles laminados, en los que una fina chapa (que puede ser de madera o material plástico) va pegada a un aglomerado. Estos muebles cumplen su función, son económicos y, en muchos casos, resultan realmente decorativos.
Sin embargo, hoy quiero hablar de los muebles de madera, madera. Me gustaría daros unas recomendaciones para que podáis limpiarlos sin dañarlos. Sea cual sea su acabado (encerado, barnizado, pintado, etc.) no conviene en ningún caso utilizar limpiadores agresivos. Lo mejor es emplear un paño suave y un producto limpiamuebles específico en spray. Ahora los hay con efecto antiestático, que atraen el polvo mientras los limpias y después retrasan su aparición. Cuando los apliques, no pulverices el producto directamente sobre el mueble. Hazlo sobre el trapo y después pásalo por la superficie de madera.
Como medida general, aparte de las limpiezas habituales, conviene les des una buena capa de cera un par de veces al año. Así conseguirás nutrir la madera y proteger el mueble. Eso sí, busca una cera que no contenga siliconas, ya que podrían dañar el barniz.
¿Se han quedado sin brillo?
Hay veces que los muebles de madera barnizados pierden el brillo que tenían al principio, y se ven mates, con un aspecto apagado que desluce su belleza. Sin embargo hay soluciones y recetas caseras para tratar de recuperar su brillo natural.
Prepara una mezcla de alcohol, aceite de linaza y limón, a partes iguales. Aplícala sobre la superficie de madera extendiéndola con una esponja y después seca bien el mueble. Por último frota con un paño suave para potenciar el brillo y verás qué resultado. ¡Tu mueble parecerá nuevo!
Sus peores enemigos
El calor es uno de los enemigos de la madera. Y también la sequedad ambiental. Estos dos factores hacen que la madera se reseque. En algunos casos, puede ocurrir incluso que se agriete y se resquebraje.
¿Cómo podemos evitar que ocurra esto? Pues la única manera es alejar los muebles de fuentes de calor como radiadores o estufas. Y también funciona poner junto al radiador un recipiente con agua para que la humedad ambiental sea más alta. Tendrás que ir rellenándolo cada cierto tiempo, ya que el agua se evaporará con el calor.
Otro de los enemigos de los muebles de madera es el sol directo. Si los rayos inciden de forma muy intensa y durante mucho tiempo, pueden llegar a comerse el color de tus muebles favoritos. Por eso, protege las piezas que estén cerca de las ventanas, vistiendo estas con estores y cortinas, y controla la entrada del sol bajando las persianas. Si el mal ya está hecho, puedes tratar de repararlo aplicando una cera para igualar el color, eligiendo un tono parecido al del mueble.
Cómo arreglar los desperfectos de los muebles de madera
Por mucho cuidado que tengas en el día a día, los muebles de madera acaban por sufrir algunos daños que son prácticamente inevitables. Arañazos, golpes, cercos y manchas… Y no digamos si tienes niños pequeños en casa. En ese caso, lo mejor será que tomes nota de estas instrucciones para reparar los desperfectos más superficiales.
Por ejemplo, si alguno de tus muebles de madera tiene un arañazo, puedes disimularlo frotando la zona con un diente de ajo (¡sí, cómo lo lees!) y a continuación pasar una lija fina. Para atenuar un golpe que afea una superficie de madera pon sobre él un algodón mojado en leche tibia, y después seca bien la zona.
Los antiestéticos cercos de vasos pueden eliminarse si los frotas con una lija muy fina del nº 000. Después frota con un paño impregnado en aceite de oliva con ceniza y termina pasando un trapo seco. Si la marca del cerco es blanquecina funcionará mejor frotarlo con un poco de vaselina. Las manchas de grasa se disimulan con bicarbonato diluido en agua tibia y seca.
Con estas recomendaciones, tus muebles de madera se mantendrán como nuevos durante mucho, mucho tiempo.