En inglés se denomina backlighting y en español retroiluminación. Se define como aquel tipo de iluminación indirecta en la que la fuente de luz permanece oculta, de manera y modo que solamente se percibe la luz que emite dicha fuente.
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A pesar de no ser un fenómeno innovador, puesto que se utiliza en decoración desde hacer décadas, hoy está viviendo un momento de auge. Te contamos cómo puedes emplear la retroiluminación para crear ambiente.
No es un fenómeno nuevo, sino que se conoce y utiliza desde hace ya muchos años. Sin embargo, las nuevas tecnologías LED han abierto un nuevo e interesante panorama para la retroiluminación, lleno de ventajas que la convierten en una idea fantástica a la hora de decorar a través de la luz.
Las técnicas de retroiluminación ponen a nuestro alcance todo un mundo de posibilidades para utilizar la luz en nuestro propio beneficio decorativo. Si antes los efectos de retroiluminación se conseguían escondiendo los anticuados tubos fluorescentes, hoy las tiras de luces LED nos permiten hacer verdaderas maravillas lumínicas. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo.
Cómo usar la retroiluminación en decoración
La magia de esta forma de iluminar los espacios reside en su capacidad para modelar las formas y crear sensaciones ópticas determinadas. La luz indirecta resulta más tenue e inspiradora, menos dura, y eso tiene un valor en decoración. Proporciona una luz sin sombras y sin deslumbramientos, que resulta genial en determinados ambientes.
Si te gusta este tipo de iluminación y quieres emplearla en tu casa, lo mejor es que lo planifiques cuanto antes. Siempre se conseguirá un mejor resultado (y de forma más sencilla) si planteamos la retroiluminación en el momento de iniciar la reforma. Es necesario crear el tipo de iluminación, decidir el punto de la casa en el que la vamos a instalar, la intensidad, etc.
En techos, paredes, escaleras…
Hay diversos puntos de la casa en los que se puede usar la retroiluminación, empezando por el falso techo. Y dentro de esta ubicación, hay varias formas de hacerlo. Puedes empotrar las tiras de luces LED en el falso techo, de forma que el foco desde el que se emite la luz queda disimulado. Esta se dirige hacia abajo y los techos de la habitación parecerán más altos.
Otra posibilidad consiste en ocultar las tiras de luces tras una moldura de yeso. En este caso la luz se emite hacia arriba y rebota en el techo. Esta forma de retroiluminación es muy adecuada como luz general para espacios amplios y diáfanos.
Utiliza la retroiluminación para dar un toque especial a una escalera, escondiendo las luces bajo el pasamanos, o en los peldaños. Además de aumentar la seguridad de la zona, conseguirás un ambiente muy teatral.
También puedes emplear la retroiluminación en muebles, como cabeceros de cama en el dormitorio o en los armarios de la cocina. También las encimeras son una ubicación perfecta para las tiras LED. En cuanto a los espejos retroiluminados están de plena actualidad en lo que a la decoración del cuarto de baño se refiere. Deja volar tu imaginación y verás que puedes lograr en cualquier espacio de la casa efectos lumínicos realmente interesantes.
En el jardín o la terraza
Las zonas de exterior son el escenario perfecto para emplear técnicas de retroiluminación, ¿por qué no? Puedes dar realce a la fachada de tu casa, ocultando las luces en el suelo. O iluminar el jardín delimitando zonas y marcando los senderos.
También resulta interesante iluminar la piscina o, incluso, ocultar en los maceteros de las plantas tiras LED para realzar unos espacios frente a otros, y crear formas y volúmenes. Tus plantas se verán preciosas, también de noche.
Eso sí, en el caso de que utilices la retroiluminación en las zonas de exterior, lo más importante es elegir sistemas aptos para estar a la intemperie, que cuenten con la suficiente protección frente a la humedad y el polvo.
Las ventajas de la tecnología LED
Las luces LED fueron en su momento un avance importantísimo en lo que a la iluminación se refiere. Y no solo por el ahorro energético (y también económico) que supone para el consumidor, sino por otras muchas razones.
Una de ellas atañe de manera decisiva a las técnicas de retroiluminación, ya que las luces LED permiten el desarrollo de un sinfín de opciones que con los antiguos fluorescentes eran de mucho más complicadas de lograr.
Las tiras de LED proporcionan líneas de luz continua, de la longitud deseada, blanca o de color, que no se calienta, por lo que puede instalarse en cualquier parte sin peligro. Como se trata de tiras flexibles resultan muy versátiles. Además están disponibles en diferentes colores y temperaturas de color, con tonos más cálidos o más fríos.
Ya has visto que la retroiluminación es una técnica decorativa muy interesante. ¿Te animas a incorporarla a tus ambientes?