Un cambio de look en nuestros espacios domésticos siempre acarrea ciertos riesgos. Los resultados no siempre son los que anhelamos con tanta ilusión, por mucho que hayamos estudiado cada toque maestro. Como esos errores decorativos en el dormitorio. Todo el año esperando el momento de ponerlo a la última y al final su nueva imagen es un tanto decepcionante. Unas sencillas lecciones bastan para poner remedio. A mi me han funcionado.
Unos cuantos errores decorativos en el dormitorio después de haber dado un giro total a su interior no es tan grave. Seamos optimistas y pensemos que tienen solución. Seguro que no volvemos a caer en ellos cuando decidamos renovar el aire de otra estancia principal. O hacer reforma en casa sin cometer fallos. Pero, ¿de qué desastres estamos hablando?
Errores decorativos en el dormitorio: una visión general
Lo más probable es que esos errores decorativos en el dormitorio afecten al espacio y a los elementos que hemos introducido para renovarlo. Es decir, al contenido y al continente. Por eso es importante tener una visión general, localizar dónde se encuentran esos pequeños desastres y comenzar a buscar soluciones de una forma jerárquica. Si hay demasiada intensidad cromática en las paredes tras pintar la habitación, lo más operativo será arreglar este efecto antes de poner remedio a otros desacierto secundarios. Y con el mismo criterio arreglar primero una iluminación nada práctica, y después corregir un exceso de complementos textiles.
Seguro que uno de esos errores decorativos en el dormitorio ha consistido en el color elegido para renovar sus paredes. Quizá el tono escogido se coma visualmente el espacio por ser demasiado fuerte. O no tenga el matiz que apreciamos en su día en la tienda. Sobre todo si no contamos con el mismo tipo de luz. Puede que nuestro dormitorio sea más bien oscuro y pequeño y sin embargo la muestra de color la viéramos con bastante iluminación natural. Suficiente para que después no funcione igual en nuestro interior doméstico.
Juegos cromáticos que suavizan el espacio
Lo mejor es olvidarnos de los colores intensos cuando no disponemos de estancias amplias. Son bastante más arriesgados que la familia de los tonos pastel. Todo un descubrimiento para actualizar los ambientes sin recargar. Además, se llevan bien con cualquier estilo decorativo y transmiten frescor y calma. Así que podemos atrevernos a introducir alguno en nuestra habitación con garantías de éxito. Quizá la gama de los azules y verdes suaves.
A la hora pensar en cómo quedaran junto a los muebles y complementos del dormitorio, tranquilos, siempre son un acierto. Rodeados de mesitas, auxiliares y cómodas blancas o de maderas claras, crean conjuntos cálidos. Mientras que las maderas oscuras y los acabados fríos se vuelven más ligeros a su lado. A partir de ahora, se acabaron estos errores decorativos en el dormitorio.
Una luz de noche a la medida
Al planificar la iluminación también pueden darse algunos errores decorativos en el dormitorio. Concretamente, en el tipo de lámpara que hemos buscado para leer en la cama y en la luz que ésta proporciona. La clave para disfrutar de una visión óptima es elegir un modelo con un brazo articulado, tipo flexo. Así será sencillo orientarla siempre que lo necesitemos. Hay bombillas que son más adecuadas que otras para la lectura, como las que tienen un ángulo de apertura de 40 grados. Son las mejores para no molestar si compartimos dormitorio con otra persona.
Un último dato no puede faltar, y es la cantidad y el tipo de luz recomendable para leer. Una bombilla Led de unos 6 vatios es más que suficiente, sin olvidar que sea luz fría y a ser posible regulable. Así podremos regular su intensidad como nos apetezca. Arreglar estos errores decorativos en el dormitorios es así de sencillo.
Composiciones textiles en lima, lavanda y coral
Al pensar en otros errores decorativos en el dormitorio, las combinaciones textiles también figuran entre los primeros puestos. Puede que nos hayamos dejado llevar por ese fervor incondicional hacia los cojines y almohadones para vestir la cama con mucho estilo. Con los must de la temporada. Y cuál ha sido nuestra sorpresa al comprobar que no quedan tan chulos como esperábamos.
Existen reglas decorativas no escritas pero sagradas para que estas composiciones queden igual que las que descubrimos en las revistas. La primera de ellas es no mezclar más de tres medidas en estos complementos textiles, y siempre jugar con ellos de mayor a menor, superponiéndolos. Es decir, los cuadrantes y almohadones más grandes deben ocupar la fila de atrás, por mucho que queramos presumir con ellos. Y los cojines medianos y pequeños tienen que colocarse en primera línea.
En cuanto a sus tonos y texturas, también existen algunas normas muy prácticas para evitar combinaciones recargadas o poco armoniosas. Podemos atrevernos a mezclar telas de distintos estampados en cojines y almohadones. Siempre y cuando no nos pasemos con la cifra y estén coordinadas entre sí. Lo ideal es que compartan un tono como hilo conductor. Las combinaciones equilibradas siempre son un acierto. Como jugar con lisos y grandes motivos florales en la misma proporción.
La cama quedará mucho más estilosa con estos sencillos retoques en la composición de los almohadones. Y mucho más si te atreves con los colores de moda: lima, lavanda y coral. Por cierto, si van rellenos de plumas la sensación de confort será total. Con todos estos datos acertaremos de pleno y diremos adiós definitivamente a esos errores decorativos en el dormitorio. Ahora sí que está tal y como queríamos.
¿Qué te han parecido?