¿Quieres aprender a ahorrar energía en la cocina? Te contamos cinco formar de hacerlo, sencillas y muy efectivas. Ponlas en práctica y conseguirás reducir considerablemente la factura de la luz.
En la época que nos ha tocado vivir el ahorro es algo muy importante. No solo tiene que ver con nuestros propios recursos, los que tenemos para vivir cada uno de nosotros. Tiene que ver con el futuro del planeta, con la vida de nuestros descendientes y con un modo de ser y de sentir que lucha por alejarse de conceptos como el despilfarro y el gasto descontrolado. Esta filosofía de vida que todos tratamos de interiorizar se refleja en casi todos los aspectos de la vida. Hoy te contamos cómo puedes ahorrar energía en la cocina.
La cocina es uno de los espacios de la casa en los que más tiempo pasamos. Además, en ella se produce gran parte del consumo de agua y electricidad que tenemos, por lo que es el territorio perfecto para imponer algunas medidas de ahorro que realmente funcionen. Aquí tienes cinco sugerencias para ahorrar energía en la cocina que te van a parecer sencillísimas.
Ahorrar energía en la cocina: elige electrodomésticos eficientes
Los electrodomésticos que utilizamos cada día en la cocina son responsables de una gran parte del gasto energético del hogar, después de la calefacción (que es la que se lleva la palma). El horno, el frigorífico, la lavadora… Son aparatos que utilizamos a diario sin ser conscientes de lo que consumen en cuanto a energía.
Sin embargo, existen formas de hacer que ese gasto energético sea menor. Para empezar elige siempre electrodomésticos eficientes. Para saber cuánto consume un electrodoméstico hay que fijarse en la etiqueta energética que todos llevan. En ella se asigna una letra al electrodoméstico en cuestión que define su eficiencia energética.
La escala va de la A (mayor eficiencia) a la G (menor eficiencia). Sin embargo, hay que tener en cuenta otras circunstancias, como la escala actual de cada electrodoméstico. Por ejemplo, en cuentión de frigoríficos , lavadoras y lavavajillas solo pueden comercializarse ya los de cvlase A. Por tanto, para elegir un aparato eficiente hemos de optar por aquellos que son A+++. Después irían la categoría A++ y la A+, todas más eficientes que la A.
Recuerda esta información cuando tengas que cambiar los electrodomésticos, y ten en cuenta que elegir modelos A+++ puede suponer un ahorro de energía de nada menos que del 60%.
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Aprende a usar bien el frigorífico
Unos sencillos cambios en los hábitos de uso de algunos electrodomésticos pueden contribuir de forma significativa a ahorrar energía en la cocina. Es el caso de la lavadora, que conviene poner siempre a plena carga, o del lavavajillas. Pero también el del frigorífico, ya que si evitamos ciertas cosas conseguiremos que consuma menos.
Para empezar, debemos ser cuidadosos a la hora de abrir la puerta de la nevera, para no hacerlo demasiadas veces si no hace falta y para evitar dejarla abierta. La mayoría de los modelos más modernos incorporan una alarma sonora para avisar de que la puerta está abierta y de que hay que cerrarla. Evitando que se quede abierta puedes ahorrar hasta un 5% de energía. ¿Qué te parece?
También has de procurar no meter en el frigorífico alimentos calientes. Espera a que se enfríen primero.
Trucos para cocinar
La cocina, sobre todo si es vitrocerámica (de inducción o no), supone un gasto importante de electricidad en el ámbito de la cocina. Hay que tener en cuenta que es un electrodoméstico de uso constante, pero existen formas de lograr que no gaste tanto.
Por ejemplo, es posible ahorrar energía en la cocina si utilizamos la olla a presión y lo hacemos con poco agua. También podemos ahorrar energía si nos acostumbramos a tapar las ollas, cazuelas y las sartenes, ya que los alimentos se cocinarán en menos tiempo.
Ahorra al usar el horno
Es uno de los electrodomésticos de la cocina que más energía consume, por lo que conviene aprender a usarlo con cabeza. No se trata de renunciar a cocinar los alimentos al horno, sino de hacerlo de una forma efectiva y racional. Por ejemplo, no tiene sentido encender el horno para calentar un plato ya cocinado o para descongelarlo; para eso usa el microondas.
No lo utilices tampoco para cocinar una pequeña cantidad de alimento. Ya que lo enciendes, cocina más cantidad de comida o, incluso, dos recetas al mismo tiempo. Y no estés abriendo la puerta todo el rato si no es necesario, porque consumirá más energía.
Vigila el gasto
Mantener una actitud general vigilante con respecto al gasto energético de nuestra casa, hará que logremos reducir la factura de la luz. No se trata de obsesionarse con el tema, pero sí de procurar poner en marcha estos consejos para ahorrar energía en la cocina, por ejemplo.
Puedes utilizar diferentes sistemas para comprobar que lo estás haciendo bien, como medidores de consumo. Te permiten conocer el consumo eléctrico de los electrodomésticos y eliminar los gastos inútiles.
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Si sigues estas recomendaciones, verás como logras reducir el consumo y ahorrar energía en la cocina.