Si estás buscando algunas ideas para renovar la decoración de tu casa, aquí tienes una que te va a encantar. Decídete por el color azul para decorar cualquier habitación y verás qué cambio. ¡Espectacular!
Aunque todavía nos acompaña el buen tiempo (y seguro que lo hace durante bastante tiempo aún) el verano está tocando a su fin. Las vacaciones han pasado y todos vamos volviendo a la rutina. Una nueva etapa se abre ante nosotros. ¿Por qué no inaugurarla con un cambio de look para tu casa? Te contamos todas las ventajas de optar por el color azul para decorar tus espacios.
Y es que no hace falta hacer reformas integrales para darle un aire nuevo a cualquier ambiente. Renovar suelos o paredes, hacer obras o cambiar el mobiliario no es necesario para conseguir un nuevo aspecto para tu casa.
Hoy, por ejemplo, vamos a explorar las posibilidades que nos ofrece el color azul. Si lo utilizas con acierto puede suponer un cambio total en cualquiera de tus ambientes, desde las zonas de estar hasta los dormitorios.
Por qué elegir el azul para decorar es un acierto
El azul es un color de los llamados fríos, que resulta muy interesante en lo que al interiorismo se refiere. Se trata de un color que no pasa de moda, y que despliega nate nosotros toda una completísima gama de tonalidades, entre las que es casi imposible no encontrar alguno que nos guste.
Pero es que, además, el color azul tiene efectos directos positivos en la creación de interiores. Hoy te explicamos algunas de las razones reales para elegir el azul para decorar.
Un color que favorece la concentración y el relax
Si estás buscando un color relajante que nos ayude a poner un poco de serenidad en casa, el azul es tu opción. Cualquiera de los tonos suaves de azul que incluye su gama cromática puede tener efectos tranquilizadores sobre nuestro espíritu.
Pero, además, existen expertos que aseguran que el azul es el color perfecto para ambientar, por ejemplo, espacios de estudio o zonas de oficina. Esto es por su capacidad para ayudar a concentrarnos en este tipo de tareas mentales.
Lo mismo sucede en las zonas de descanso. El azul es una alternativa perfecta para decorar un dormitorio, por ejemplo. Sus matices fríos y relajantes te ayudarán a encontrar la serenidad, a calmar la mente y a preparar tu cuerpo para conciliar el sueño.
Fácil de combinar
Esta es otra de las razones por las que merece la pena elegir el azul para decorar. Resulta que es un color versátil y lleno de posibilidades. Puede combinarse de forma sencilla con otros muchos colores. Así todos podremos encontrar la fórmula cromática perfecta en cada caso.
Es perfecto con el blanco y los tonos neutros, y también con toda la gama de los grises. El marrón es también un color que queda genial con el azul. Imagina la variedad de combinaciones que se pueden conseguir con el tándem azul/marrón. Como consecuencia, los tonos azules van bien, además, con otros materiales como la madera, sea esta del color que sea, más clara o más oscura.
Y si quieres un poco más de alegría, también puedes optar por combinaciones más llamativas. Personalmente me encanta el dúo de azul y amarillo, y aquí se puede incluir la gama de los mostaza, los dorados o los ocres.
Crea espacios ordenados
Como seguro que ya tienes claro, el orden es un elemento imprescindible en la decoración de una casa. Sin orden no hay armonía ni equilibrio y todo termina por resultar confuso, caótico y desagradable.
El azul, en especial los tonos claros, también puede ayudarte a conseguir espacios más ordenados y, por tanto, más ligeros. Se trata de versiones luminosas de este color frío que ayudan a evitar los ambientes cargados y pesados. Apuesta por ellas y acertarás.
Un color versátil para todos los gustos
Una de las ventajas de optar por el azul para decorar es que se trata de un color perfecto sea cual sea el estilo decorativo que domine en tu casa. Puede que tengas un salón muy clásico, vintage o de aire industrial. No importa. Hay un tono de azul perfecto para ti.
Los azules claros, celestes o pastel, van de cine en ambientes de aire retro o vintage. A los espacios decorados con estilo nórdico les van los azules grisáceos, mientras que en los espacios de inspiración industrial quedan de maravilla los azules oscuros y potentes.
Paredes, tapicerías, accesorios…
Tienes a tu disposición todo un universo de posibilidades. ¡Aprovéchalo! Elige el color azul para pintar las paredes, si eso es lo que te apetece. O viste con él las tapicerías de sofás, butacas o sillas.
Otra posibilidad es elegir accesorios con ese color. Si pintar las paredes de azul te parece excesivo, puedes poner el acento azul en los cojines, en algún cuadro o lámina para colgar en la pared, o en los complementos de decoración.
Sea como sea, seguro que encuentras la forma perfecta de imprimir el azul en cada habitación. Desde la cocina hasta el dormitorio o el cuarto de baño, elegir el azul para decorar es todo un acierto. ¿Te animas a probarlo?