Aunque las vacaciones ya van tocando a su fin y parece que se impone volver a la rutina, eso no quiere decir que se haya terminado el verano. ¡Ni mucho menos! Las altas temperaturas aún nos brindan la oportunidad de seguir disfrutando al aire libre. Y comer en la terraza es uno de los placeres veraniegos que hay que disfrutar al máximo.
Desayunar, comer, cenar… Crear un rincón de comedor al aire libre es una de las mejores cosas que puedes hacer para poder vivir a tope las zonas de exterior. Si no lo has hecho hasta ahora, ponte manos a la obra. Septiembre te traerá todavía semanas de calor en las que podrás comer en la terraza y pasarlo genial.
Para componer este rincón de comedor en tu terraza no necesitas demasiadas cosas, más allá de una mesa y unos asientos confortables. Te contamos qué aspectos debes tener en cuenta.
Elige la mejor mesa para comer en la terraza
Puede ser para todos los días, y también para organizar reuniones con amigos, fiestas con la familia o comidas de celebración. Comer en la terraza es un placer que te encantará compartir con los tuyos.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es el espacio disponible. No es lo mismo crear un comedor de verano al aire libre en una terraza mini, que hacerlo en una gran azotea. En función de los metros que puedas dedicar a la zona de comer, podrás elegir un tipo u otrp de mesa.
Para terrazas pequeñas, las mesas redondas pueden ser una buena opción; o también cuadradas. Una de 70 x 70 cm será lo suficientemente grande como para que coman dos personas sin problema. Elige modelos extensibles para esas ocasiones en las que tienes inivitados en tu terraza.
En cuanto a los materiales, hay muchas opciones para que elijas. Hazlo en función del estilo y la decoración de la terraza: de madera, metal, fibras sintéticas, etc.
Los asientos, mil ideas para elegir
Sillas o sillones son también un elemento imprescindible a la hora de diseñar tu rincón de comedor. Y en este aspecto, el espacio vuelve a marcar la pauta. Si tienes una terraza grande, no tendrás problema para elegir las sillas que más te gusten. En mi opinión puedes combinar distintos modelos y materiales para lograr un ambiente más informal.
Sin embargo, la cuestión se complica ligeramente cuando la terraza es pequeña. En este caso, huye de los sillones voluminosos. Elige mejor sillas sin brazos, que sean plegables para poderlas guardar cómodamente cuando no se necesitan. Incluso puedes poner unos taburetes, funcionales y prácticos. Los modelos de hierro, de patas estilizadas, resultan más livianos y parecen ocupar menos espacio.
Y si sois muchos en casa puedes elegir bancos corridos de madera, que ofrecen más asientos que las sillas. Si los acompañas de la mesa adecuada conseguirás un ambiente rústico muy especial.
¿Una idea para aportar confort? Poner cojines en las sillas. Eso sí, elige colores alegres y estampados veraniegos, y tejidos especiales que soporten bien el sol y la intemperie. Merece la pena, ya que te durarán mucho más.
La sombra, que no falte
Estar a la sombra es una condición indispensable para poder comer en la terraza con un mínimo de comodidad. Por eso, si la tuya está a pleno sol debes procurar que haya un rincón sombrío en el que disponer la mesa y las sillas.
Tienes varias formas de lograrlo, más o menos fáciles y económicas. ¿Tú terraza es muy pequeña? Puede que con una bonita sombrilla soluciones el problema. ¿Qué tal un parasol tipo vela de barco? Es de lo más actual y resulta práctico y decorativo.
En caso de tener una amplia terraza, puede que sea buena idea plantearse instalar una pérgola. Me gustan especialmente las de madera con enredaderas que aporten frescor y un toque verde.
Otras soluciones son los techos de cañizo. O las pérgolas bioclimáticas, más sofisticadas, que te protegen del sol y del calor de una forma sorprendente. Elijas la opción que elijas, asegúrate de que la zona de sombra es lo suficientemente amplia y cómoda.
Ideas para decorar
Hay una forma genial de decorar una terraza, sea esta grande o pequeña. ¡Tú lo has dicho! ¡Las plantas! No pueden faltar. Cuando vayas a elegirlas opta por especies de exterior propias de la zona en la que vives, fáciles de cuidar y que se adapten bien al ambiente.
En macetas, en jardineras, en grandes contenedores modernos o clásicos. En la pared a modo de jardín vertical… Hay muchas maneras de integrar el verdor de las plantas en una terraza. Descubre las ideas que más te gustan y ponlas en práctica.
Unas cuantas velas para las noches de verano que todavía nos quedan (o una buena iluminación de exterior en su defecto), elegir una vajilla para comer al aire libre y… ¡Ya lo tienes! Tu rincón para comer en la terraza es una realidad. ¡Que lo disfrutes!