Las alfombras lavables son la gran elección para tener ese elemento decorativo en el hogar y que luzca siempre bien. Ya sabes que algunas alfombras por su material requieren limpieza profesional lo que resulta caro y es un procedimiento que toma tiempo. Pero con la opción de las alfombras lavables, puedes hacerlo por ti misma en casa. Lo que resultará en economía y tu alfombra siempre lucirá como el primer día. 

Las alfombras lavables para decorar el hogar 

La industria de textiles ha tenido grandes avances y eso ha permitido que ahora podamos contar con alfombras que son lavables. Que se limpian fácilmente lavando a mano o utilizando la lavadora. Esto último por supuesto, dependiendo del tamaño. Si son muy grandes, se requiere una lavadora industrial. Pero lo importante es que se pueden lavar en casa. Las alfombras lavables tan populares hoy en día, tienen un tamaño adecuado para las lavadoras domésticas. Quedarán más limpias y te ahorras tiempo y esfuerzo para que quede

Durante mucho tiempo hemos tenido la posibilidad de limpiar las alfombras de exterior e interior, cepillando y usando agua y jabón. Desde luego, esto depende del tejido y de las instrucciones del fabricante. La mayoría de las alfombras de gran tamaño, requieren tratamiento de limpieza profesional. Pero ahora las hay que son resistentes y se limpian fácilmente con detergente y agua. Algunas son tan resistentes que soportan el uso de lejía. Lo que no cabe duda es una gran ventaja.  

Alfombras lavables de distintos materiales 

Las alfombras lavables vienen en distintos materiales, a cada uno más práctico y debes elegir el que se adapta a tus necesidades. Estas suelen conocerse como alfombras en rollo, por su tamaño y porque pueden comprarse en el tamaño que necesites. Además, están fabricadas en material sintético y PVC. Estos materiales le aportan la cualidad de ser resistentes, lavables y antideslizantes.  

Estas se lavan fácilmente en la lavadora a una temperatura de hasta treinta grados. No deben de ninguna manera centrifugarse, y deben tenderse a secar al aire libre. Porque se lavan en la lavadora, solo hay de ciertos tamaños que no superan los 200 centímetros. Aunque suelen ser en colores lisos, resultan atractivas y vienen bien en muchos ambientes del hogar. 

También hay alfombras lavables elaboradas en algodón. Se lavan también en la lavadora en ciclo delicado, sin centrifugar y con una temperatura limite de treinta grados. Tienen la gran ventaja que por el material, se pueden guardar y doblar. Pero tienen el inconveniente que no son antideslizantes.  Son perfectas para colocar en pequeñas áreas de dormitorios o utilizar para zonas de juego.

Y también hay alfombras fáciles de lavar que son elaboradas en vinilo las que tienen grandes ventajas. Pero lo más importante que por su material son fáciles de limpiar con facilidad. Precisamente por su material también, son fáciles de secar si se derrama algo encima de ellas, porque son impermeables. Se limpian con un paño húmedo y listo. Si se requiere una limpieza más profunda y si es grande, se puede utilizar la manguera. Es esencial tener siempre presente que estas no soportan los productos de limpieza comunes, solo se pueden limpiar con agua y jabón.

Igualmente prácticas las elaboradas en polipropileno que en realidad son iguales a las de vinilo. Tienen la ventaja según las elijas que pueden lucir con aspecto de algodón o yute, y otros. Y como las de vinilo se limpia fácilmente aunque como tiene trenzado requiere algo más de cuidado. Se limpia con agua y un paño suave se puede utilizar también una esponja húmeda.

También puedes elegir entre las alfombras lavables las elaboradas en bambú, se limpian en un 2×3 con un paño húmedo. Y las llamadas de chenilla que son elaboradas en poliéster y admiten bien el lavado con agua y jabón. No pierden forma y secan rápidamente.  

Limpiando tu alfombra lavable en casa 

La ventaja de tener una alfombra lavable es que puedes lavarla en la lavadora. Esto es más económico que darle limpieza profesional y resulta práctico y más rápido. Siempre deben lavarse utilizando el ciclo delicado. Y se debe hacer sin exceder la temperatura de treinta grados centígrados. Para limpiarla utiliza jabón líquido suave y nunca uses ni blanqueador, suavizante o lejía. 

Se debe lavar la alfombra sola, no mezclar con ninguna otra prenda. Se puede secar en la secadora a temperatura de secado baja. Pero también se puede tender a secar al aire libre, pero que no le dé el sol. Se debe cepillar para retirar las pelusas que el lavado provoca en la misma. Nunca planches la alfombra.   Si vas a guardarla, enrolla la misma o dobla y guarda en una bolsa que no permita acumular humedad. Si vas a usarla de nuevo, coloca y listo, lucirá estupendamente.  Así que solo tienes que decidirte por el tamaño, el material y elegir que sea lavable para poder aprovecharla al máximo.

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