¿Tienes un jardín en casa? Entonces seguro que este verano lo estás disfrutando al máximo. Y es normal, porque durante los meses estivales la vida doméstica se traslada al exterior. Pero para estar realmente a gusto necesitas algún sistema de ocultación para proteger tu jardín de las miradas indiscretas. Hoy te contamos cuáles son las opciones que tienes a tu alcance.
Vivir el jardín es uno de los placeres del verano. Comer, jugar, estar… ¡hasta dormir! Ahora queremos hacerlo todo al aire libre. Sin embargo, para estar a gusto y sentirnos bien, además de mejorar la decoración exterior, hemos de proteger el perímetro de nuestro jardín con un sistema de ocultación adecuado, para sentirnos a salvo de curiosos.
Y en este sentido, no existe una única opción, sino que el mercado nos ofrece diferentes alternativas: puedes elegir materiales naturales como los cañizos, las vallas de madera o los setos vegetales.
Materiales para rodear y proteger tu jardín
Para elegir con acierto un buen sistema que oculte tu jardín de las miradas ajenas, todo depende de lo que busques: del grado de ocultación que prefieras, del presupuesto que tengas o de tus gustos personales. Hoy te contamos cuáles son las ventajas y los inconvenientes de los sistemas más comunes.
Cañizos, una opción natural y decorativa
Son perfectos para poner un toque rústico y especial en tu jardín. Son paneles de varillas de bambú, mimbre o brezo natural que consiguen en torno a un 75% de ocultación, ya que la separación entre estas varillas deja pasar la luz. Si necesitas una mayor ocultación, puedes añadir entre el cañizo y la valla una malla especial del mismo color. Y nadie podrá verte desde el exterior.
Entre sus ventajas está su rápida y sencilla instalación, ya que solamente hay que extenderlos y sujetarlos a la valla con bridas, alambres o pinzas especiales. Se adaptan muy bien a cualquier espacio, incluidos balcones, ya que pueden cortarse sin problemas a la medida que se necesite. Por regla general, se comercializan en rollos de 1 o 2 metros de altura.
Sin embargo, no todo son cosas positivas en lo que se refiere a los cañizos. Tienen la desventaja de ser poco resistentes y un tanto delicados ante las inclemencias del tiempo. La lluvia y el viento pueden deteriorarlos con el tiempo, por lo que llegará un momento en que tendrás que cambiarlos.
Dentro de los cañizos, destaca el bambú y la caña por ser los más económicos. Quedan muy bien junto al verde de las plantas y el césped. Si eliges brezo natural conseguirás máxima ocultación, ya que el resultado es mucho más tupido. Se trata de ramas muy finas de color marrón, más oscuro que el bambú o la caña. Y si lo que buscas es calidad, entonces lo mejor es elegir paneles de mimbre, unas ramas de color rojizo, finas y flexibles.
Poner una valla de madera
Las vallas de madera son una alternativa más definitiva que la de los cañizos, ya que resulta más duradera en el tiempo. Ocultan totalmente el interior del jardín a las vistas desde el exterior. Pueden ser vallas que se instalar en el suelo, o paneles decorativos. Ambos se colocan fácilmente y resultan muy bonitos.
En lo que se refiere a los paneles decorativos, las opciones en cuanto a diseño son muy variadas.
Setos vegetales, la opción más verde
Si quieres algo verdaderamente natural para rodear tu jardín, nada como poner un seto vegetal vivo, una opción muy habitual. Además de protegerte y decorar, un seto no deja de ser una planta viva, que pone un broche de oro a la hora de delimitar el espacio.
Sin embargo, y como contrapunto a sus ventajas, estos setos requieren de un mayor mantenimiento, ya que hay que cuidarlos para que estén bonitos y cumplan su función. Para empezar, si quieres que oculten el interior durante todo el año, tendrás que elegir una especie de hoja perenne. De lo contrario, en otoño todos podrán ver el interior de tu jardín.
También puedes colocar celosías o una valla ligera y plantar trepadoras o setos guiados, que irán creciendo y trepando por ellas hasta ocultar por completo el jardín. Algunas de estas especies son la hiedra, la madreselva el jazmín o las parras vírgenes. Según vayan creciendo tendrás que ir sujetándolas, ya que si no caerán por su propio peso.
¡Ah! Cuando vayas a escoger la especie en cuestión, fíjate bien en la orientación de la valla donde la quieres poner, ya que muchas de estas plantas necesitan sol para crecer fuertes. Y aunque no son muy delicadas en cuanto a sus cuidados, sí necesitarán una poda de vez en cuando.
Todas estos sistemas para ocultar el jardín tienen sus pros y sus contras. De todos ellos, ¿cuál es el que más te convence? ¿Tienes algún sistema de seguridad instalado en casa?