Seguro que ya te lo hemos contado en alguna otra ocasión, pero es que no nos cansamos de decirlo: la pintura es capaz de obrar maravillas cuando se trata de renovar un espacio. Y esto no solo se refiere a la decoración de las paredes, sino que se extiende también a los muebles. Sigue leyendo y descubrirás un ejemplo más: una manera sorprendente (pero muy sencilla a la vez) de transformar una cómoda pasada de moda en un mueble de tendencia.
A los amantes de la decoración de estilo nórdico seguro que les encanta el post de hoy porque quiero mostraros cómo podemos transformar una cómoda totalmente anticuada en una pieza digna de la casa sueca más chic. ¿Y cómo es posible conseguir esto? Pues bien, con pintura. Y no solo es posible, sino también muy fácil. Continúa leyendo y encontrarás todas las claves y el proyecto DIY detallado paso a paso.
Por mucho que ya os haya hablado de la maravillosa pintura de tiza, no dejo de sorprenderme de sus muchas cualidades y de los resultados que somos capaces de lograr gracias a ella. Como la cómoda que quiero enseñaros hoy. Se trata de un proyecto que hemos visto en Recycrafts y que llega de la mano de Leroy Merlin.
Transformar una cómoda con chalk paint
Antes de comenzar el proceso de transformación que le ha dado una segunda oportunidad, la cómoda era un mueble feo y anticuado, cubierto por una gruesa capa de barniz brillante de poliuretano y con unos tiradores feos y recargados en los cajones.
Vamos, que estaba abocada al contenedor (o quizás había sido rescatada de uno por alguien que vislumbró alguna de sus muchas posibilidades, a pesar de lo complicado que era). Quizá fueron sus líneas rectas y sus formas armoniosas. El caso es que se decidió tratar de convertirla en un mueble diferente, mucho más actual y decorativo.
Para transformar una cómoda como esta y devolverla a la vida tan solo se utilizó pintura, en este caso cuatro colores de la gama de Rust Oleum Chalky Finish, una pintura de tiza capaz de conseguir un efecto mate y empolvado realmente especial.
La pintura de tiza, todo un hallazgo
Antes de contaros cómo se desarrolló el proceso de restauración de la cómoda paso a paso, me gustaría contaros algunas cosas sobre la pintura de tiza por si todavía no las sabéis.
La chalk paint tiene muchas ventajas: para empezar, aporta a los muebles un acabado mate precioso, algo que queda patente a la hora de transformar una cómoda como la que te mostramos hoy. Además, agarra en cualquier superficie y no hay que lijar el mueble ni aplicar ninguna imprimación. Es una pintura muy cubriente, por lo que cunde un montón y, además, es muy fácil de usar ya que se limpia con agua y seca bastante rápido.
La belleza especial de los colores es también un punto a su favor. La carta de colores de Rust Oleum Chalky Finish incluye dos tipos de blanco (Tiza y Antiguo), azules muy románticos, verdes naturales, un bonito tono rosa bastante intenso, un amarillo mostaza, rojo teja, gris oscuro, etc.
Los colores más naturales
Te sorprenderá los pocos materiales que se necesitan para llevar a cabo este proyecto DIY en el que vamos a transformar una cómoda en una pieza de deseo. Fíjate y verás:
– Pintura Rust Oleum Chalky Finish de los colores Blanco Antiguo, Amarillo Mostaza, Verde Oliva y Verde Salvia. Como ves, se trata de unos colores muy naturales.
– Cera de Acabado Rust Oleum Chalky Fisnish
– 4 pomos de madera
– Masilla para madera de color blanco
También te harán falta algunas herramientas:
– Taladro atornillador
– Lijadora excéntrica (si no tienes una a mano puedes usar un tajo y papel de lija)
– Destornillador
– Espátula
– Brochas gruesas
Reparar los agujeros de los tiradores
Lo primero que se hizo fue quitar todos los tiradores viejos que llevaba la cómoda con el destornillador para sustituirlos después por los pomos de madera. Como los viejos tiradores dejaron dos agujeros en el frente del cajón, se repararon con masilla.
A la hora de aplicar la masilla para madera tienes que rellenar muy bien el agujero dejando que rebose un poco por fuera, ya que al secarse tiende a mermar. Cuando hayan pasado unas 24 horas y la masilla esté totalmente seca, lija con la lijadora para eliminar el exceso de masilla y dejar la superficie totalmente lisa.
Lija las patas de la cómoda para sacar el tono natural de la madera si no quieres pintarlas como en el caso de esta cómoda.
Comenzamos con la pintura
La estructura de la cómoda se pinta de blanco y para prepararla no tienes que hacer absolutamente nada. Tan solo coger brocha y pintura y empezar. Esta es una de las ventajas de la chalk paint, que se adhiere sin problemas incluso sobre superficies barnizadas como estas.
Para que la madera quede completamente cubierta tendrás que aplicar dos manos de pintura Blanco Antiguo como mínimo utilizando una brocha gruesa. Valora tú mismo si necesitas dar una tercera capa.
Los dos cajones más pequeños de arriba se pintaron con dos capas de Amarillo Mostaza.
Y los dos más grandes, uno con Verde Oliva y el otro con Verde Salvia. La combinación de los tres colores me parece un acierto total.
Poner los pomos y dar el acabado final
Una vez pintado y seco el mueble, llega el momento de hacer los agujeros en los frentes de los cajones para poner los pomos. Taladra un agujero en el centro de cada cajón con una broca para madera.
Ahora hay que aplicar una capa de Cera de Acabado Rust Oleum Chalky Fisnish a todo el mueble para proteger la madera. Dale una buena capa con una brocha redonda y gruesa y espera un día entero antes de sacarle brillo frotando con un trapo de algodón que no suelte pelusa.
Termina colocando los pomos de madera con el destornillador.
Ya tienes listo tu mueble de estilo escandinavo. Una pieza muy especial que levantará pasiones. ¡Ya lo verás!