Llega un momento en que nuestra casa, que antes era perfecta, ahora nos parece un tanto aburrida o trasnochada (o las dos cosas). Lo que cotidianamente suele llamarse “pasada de moda”. Si ese es tu caso, ha llegado el momento de darle un aire nuevo a tus espacios. ¿Qué tal si apuestas por el siempre moderno estilo vintage?
Con el paso del tiempo todas las casas envejecen. Y no me refiero a que sus muebles se estropeen, a que los elementos y materiales se deterioren, no. Me refiero a que lo que antaño nos parecía maravilloso, fresco, luminoso y chic, hoy nos resulta aburrido, rancio, plano y anodino. Tal cual.
Cuando eso pasa, lo mejor es tirar por la calle de enmedio y lanzarse a la aventura de renovar la decoración de la casa. Claro que esto no quiere decir que tengamos que tirar toda nuestra casa a un contenedor. No se trata de entrar como un elefante en una cacharrería y acabar con todo para cambiar por completo cada espacio, cada habitación. Muchas de nuestras cosas nos siguen enamorando, porque son nuestras, nos gustan y, además, les tenemos cariño. Pero hay otras muchas a las que nos gustaría perder de vista.
En ese caso, no lo dudes ni un segundo. Párate a pensar un instante, decide qué estilo te va más, y ponte manos a la obra. Hoy te damos las claves para que renueves tu casa al más puro estilo vintage con estas sencillas claves.
1. Apuesta por los tonos pastel
De toda la gama cromática que puede definir el estilo vintage, los colores pastel son mis favoritos. Y seguro que no tengo que explicarte por qué. Son tan bonitos, tan especiales y delicados y, al mismo tiempo, tienen tanta fuerza que yo creo que la cosa está bastante clara. Si quieres darle un aire vintage al salón, al dormitorio o a la cocina, opta por colores pastel para decorar.
El azul, el rosa o el amarillo (a veces también intensos), combinados con grises y blancos empolvados forman una combinación a la que es difícil resistirse. Sin duda, esta es una idea de decoración que nos transportará rápidamente a épocas pasadas.
2. Que no falten los prints geométricos
No sé si será por una cuestión de diseño, porque transmiten sensación de dinamnismo y energía, o porque son el summun de la modernidad, pero los estampados geométricos me parecen espectaculares. No pueden gustarme más los diseños de triángulos, las rayas en zigzag al estilo Chevron, los estampados que repiten una figura poliédrica una y otra vez. ¡Me chiflan! Y el vintage más puro los contempla como uno de los elementos que lo definen y lo dotan de carácter propio.
Las opciones a tu alcance son muchas: elige la geometría para los textiles, ya sean los cojines o la tapicería de una butaca, o también para el papel pintado de la pared. Ponla donde quieras, pero que no falte.
3. Rescata los muebles de la segunda mitad del siglo XX
Puede ser aquella mesa que estaba en casa de tus padres (o de tu abuela), ese aparador que compraste en un mercadillo y que te enamoró al primer golpe de vista, o las sillas de comedor que encontraste en un contenedor. Lo importante es hacerle un sitio en casa a aquellos muebles de esencia vintage: piezas de los años 50, 60 y 70, principalmente.
Si no tienes la suerte de disponer de ninguno de estos muebles, puedes hacerte con algunos nuevos que imiten el estilo de esta época. Hay muchas tiendas con muebles vintage que te encantarán.
4. Decora con plantas
Entiendo que las plantas en decoración no se limitan a un estilo u otro. Puedes apostar por ellas ya sea tu salón el ejemplo perfecto del estilo barroco y clásico, o el espacio escandinavo por antonomasia. Las plantas de interior van bien siempre y en cualquier ambiente.
Sin embargo, a mí me parece que acompañan a las mil maravillas a los muebles y complementos de estilo vintage, y que en este tipo de interiores alcanzan un gran potencial decorativo. Por eso, y con más razón si te gustan las plantas, apuesta por ellas para decorar.
5. El papel pintado, un clásico vintage
Aunque en los últimos años los papeles pintados están viviendo una segunda edad de oro, lo cierto es que en la década de los 60 y 70 estaban de la más rabiosa actualidad. Por aquel entonces hacían gala de unos diseños llamativos y potentes, ya fuesen florales, geométricos o de corte psicodélico. El caso es que no dejaban a nadie indiferente.
Era habitual entrar en cualquier salón de cualquier casa y que el diseño de la pared saltase hacia nosotros como un resorte. Hoy este tipo de papeles pintados son un clásico de la decoración vintage. Si te gustan, tienes un montón de tiendas especializadas donde hacerte con ellos.