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El mantenimiento que requiere una casa va mucho más allá de programar y realizar las tareas de limpieza, ya sean estas diarias, semanales o puntuales. Mantener la casa en buen estado implica también reparar las cosas que se estropean. Y no solo eso, sino también cambiar las que se quedan obsoletas y otros trabajos de bricolaje que a veces podemos hacer nosotros mismos. Como estas tareas de fontanería doméstica, fáciles y rápidas de realizar.
Todos sabemos lo difícil que es en ocasiones mantener nuestra casa en perfectas condiciones. Y por estar en perfectas condiciones, no me refiero a que todo está limpio y recogido. Más bien se trata de que todo (o más o menos todo) funcione, que no haya cosas estropeadas y que las instalaciones y demás elementos cumplan su función. En este sentido la fontanería doméstica adquiere gran relevancia.
Tarde o temprano el tema de la fontanería de la casa nos dará algún quebradero de cabeza. Puede ser un grifo que comienza a gotear, la cisterna del inodoro que pierde agua o que llega el momento de cambiar el lavabo. Todas estas tareas, y algunas otras más, son lo suficientemente sencillas para que las podamos realizarlas nosotros. Así, nos evitamos tener que llamar a un fontanero profesional, lo que alegrará a nuestro bolsillo sobremanera.
Por eso, hoy vamos a hablarte de cinco tareas de fontanería doméstica bastante fáciles que puedes hacer tú mismo.
Montar un grifo, un clásico en fontanería doméstica
Cuando un grifo se rompe y hay que sustituirlo por otro tienes dos opciones: o llamas a un fontanero que te lo ponga (con la consiguiente factura por delante), o vas a una tienda especializada, lo compras y lo instalas tú mismo. Si te decides por esta alternativa verás que es mucho más fácil de lo que parece en un principio.
Lo primero que tienes que hacer es buscar los elementos y herramientas que necesitas: el grifo, los latiguillos (son esos tubos flexibles que unen el grifo con las tomas de agua. Suele haber dos: uno para el agua caliente y otro para el agua fría), junta de goma (suele venir con el grifo) y una llave inglesa.
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Comienza por conectar los latiguillos a las dos tomas de agua (fría y caliente) enroscándolos con la mano. Coloca la junta de goma entre el grifo y el lavabo. Después introduce los latiguillos por el orificio del lavabo (o de la encimera de la cocina si es el caso) y conéctalos al grifo, fijándolo después por la parte inferior con la tuerca correspondiente. Ya solo queda apretar la tuerca con la llave inglesa. No me digas que no ha sido fácil…
Colocar aireadores para ahorrar agua
Una de las mejores formas de controlar el consumo de agua en una casa es colocar aireadores en los grifos. Estas piezas mezclan el agua que sale por el grifo con aire, de forma que se reduce el caudal sin disminuir la presión. Los aireadores se acoplan en la boca de los grifos.
Ponerlos es muy sencillo. Solo hay que aflojar con una llave inglesa la pieza que va en la boca del grifo y desenroscarla después con la mano. Después se enrosca el aireador al grifo, apretándolo con la llave. ¡Listo!
¿Tu cisterna pierde agua?
Es algo que termina por ocurrirnos a todos al menos una vez en la vida, si no más. De repente oyes un molesto ruidito procedente del cuarto de baño, como de agua que corre y te das cuenta de que la cisterna pierde agua.
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Si te ha ocurrido alguna vez sabrás que la reparación puede ser tan simple como apretar un tornillo. Como lo oyes. En muchas ocasiones se soluciona el problema de las pérdidas de agua regulando el flotador de la cisterna, apretándolo con un destornillador.
En caso de que la avería continúe, entonces lo mejor es cambiar el mecanismo. Quita el viejo y llévalo a la tienda. Así no te confundirás a la hora de comprarlo.
Cambiar una junta en la manguera de la ducha
Suele ocurrir con bastante frecuencia que la manguera de nuestra ducha pierda agua, sobre todo por la parte en que se conecta con la alcachofa. Pues bien, antes de ir a comprar otra manguera puedes intentar reparar el problema cambiando la junta de goma.
Esta junta de goma se llama junta tórica y suele deformarse con el tiempo, provocando las pérdidas de agua. Para cambiarla solo tienes que desenroscar el cabezal o alcachofa, sacar la junta estropeada y sustituirla por otra del mismo grosor y diámetro. Enrosca otra vez la alcachofa en su sitio. ¡Trabajo terminado!
Seguro que después de leer el artículo te habrás dado cuenta de que hay trabajos de fontanería doméstica que puedes hacer tú mismo sin problemas. Solo necesitas un poco de confianza en ti mismo. Así que, ya sabes, la próxima vez que tus grifos te jueguen una mala pasada, empuña la llave inglesa y ponte manos a la obra.